martes, 4 de noviembre de 2014

¿En verdad quiero estudiar esto? - Anita Castro

¿En verdad quiero estudiar esto?

Nunca me había imagino lo difícil que sería el querer, el soñar y el añorar; ya que para mí hasta el soñar con esta carrera ya era un desafío tremendo. Yo tendría unos 8 o 9 años cuando me preguntaron qué es lo que yo quería ser de grande, claro que ingenua y pequeña, respondí lo primero que se me vino a la mente, que era el ser profesora. Particularmente siempre me gusto la forma de enseñar y la dedicación que tenía mi profesora de la primaria para enseñar, me agradaba mucho, pero no llenaba por completo mis gustos.
Para ese entonces mi abuelita, que estaba en medio de una enfermedad, la cual todavía le sigue dañando su organismo, me pregunto sobre la carrera que seguiría; y fue ahí, cuando deje de decir que me gustaría ser profesora y solo le respondí: “No sé”. A mi respuesta, mi abuelita se preocupó, porque siempre me había visto como una niña segura y a mi respuesta, no concordaba mucho con mi yo. Ella toda linda, siempre mi abuelita, me empezó a contar la historia de su enfermedad; y que ella misma sabía que no tiene una cura exacta, que aunque pasen los años siempre la tendrá, y vivirá con eso, hasta sus últimos días de vida.




Al escuchar eso de mi abuelita, mi corazón se partió en mil pedazos, los cuales me hicieron entrar en un montón de dudas, las cuales claro está, me hicieron preguntarme personalmente, ¿Por qué? ¿Por qué le pasa esto a mi abuelita? ¿Por qué los médicos de mi país no encuentran la cura, para su enfermedad? Siempre que podía le hacía estas preguntas a mi abuelita, y claro está que ella no sabía el cómo responderlas, creo que el que porque era que ella tampoco sabía la razón por la cual, no habían buenos doctores, farmacéuticos, biólogos, o químicos en el país. Y cada vez que hablábamos de este tema, ella siempre me hacía prometerle que cuando crezca yo sería su doctora y hallaría la cura para su enfermedad, y así no solo la salvaría a ella, sino también al 10% de los peruanos. Y así fue como surgió esa atracción por el querer ayudar a los demás, y ser doctora.
Pero, eso paso cuando tenía unos 9 años, y ahora que ya estoy saliendo del colegio, el año pasado, me entro la duda del qué quería ser cuando salga de él. Esto empezó el año pasado, en la primera feria vocacional que, creo yo, organizaba el colegio, entre al coliseo y no tenía la menor idea sobre qué carrera preguntar y siendo sincera, no me llamaba la atención una en específica, es más, me daba vergüenza el estar ahí y ver como todos preguntaban por algo en especial y yo, en la nada. El primer stand que vi fue el de la Universidad Católica del Perú, me acerque y pregunte por la carrera de Derecho; el ser abogada no era de mi interés, pero un ser el cual quiero mucho, quiso estudiar eso, pero no pude por diferentes motivos, así que, la carrera de derecho era una opción; el chico me explico y todo en lo que consistía esta carrera y lo escuchaba hablar tan bien de esta carrera que a cualquier persona que haiga escuchado conmigo esta mini charla le hubiera enamorado así como lo hizo conmigo; pero no fue lo suficiente, como para que me acercara a otros stands. Y poco a poco me acerque a la Universidad Pacifico, la cual recién estaba empezando con esta carrera de Ingeniería Empresarial; también la Universidad de Lima, la cual, por experiencia de amigos, sé que es muy buena en la carrera de Ingeniería Industrial. Ya tenía unas tres carreras interesantes y llamativas, las cuales me atraían mucho; hasta que llegue al stand de la Universidad San Martin de Porres, este logro cautivar mi atención en un par de segundos. Para ser sincera, me acerque solo por un caramelito, pero al ver la carrera de Medicina, y al chico vestido como todo un doctor, hizo que como abeja a la miel, me acercara a su stand. Le pregunte primero por la carrera de Turismo y Hotelería, pero después sobre Medicina.
La forma del doctor, joven y muy buen mozo, de hablar sobre esta carrera me pareció alucinante, me encanto todo lo que dijo de ella, y pude percibir ese sentimiento de satisfacción que el sentía con esta carrera, se notaba que a él si le encantaba su carrera; el chico me entrego varios folletos informativos, sobre las formas de admisión y sobre la carrera de Medicina. Después de recibir todo esto, me dirigí al lado izquierdo y pude apreciar un stand grande de la Universidad Cayetano Heredia.
Creo que ese día tenía una gran atracción por las personas que vestían un traje blanco, al igual que el chico de la San Martin, el de la Universidad Cayetano, también tenía personas vestidas de doctores. En el momento de acercarme no tenía la mínima idea de que era la Universidad Cayetano Heredia, estaba segurísima que era como todas las universidades y tenía a su carga diferentes carreras de diferentes tipos; pero obviamente estaba totalmente equivocada, esta universidad es única y especialmente de Medicina. Me encanto, con todo el significado de la palabra, esa universidad, y fue así como tuve otra opción sobre lo que quería estudiar saliendo del cole.
Pasado los meses, iba descartando opciones, referidas a mis gustos; cuando llego verano estaba entre dos carreras que me llamaban mucho la atención, estas eran Medicina e Ingeniería Industrial. Aunque no sabía con exactitud lo que trataba ingeniería industrial, igual me gustaba la carrera, pero poco a poco, me empecé a dar cuenta que me estaba engañando, ya que no era lo que yo pensaba que me gustaba; y claro tampoco tenía muy bien definido mis gustos.

La otra opción era medicina, una carrera la cual varios dicen, hablan y especulan que es una carrera muy fuerte, la más sacrificadora, y a la cual se le dedica muchos más años, que a las carreras comunes, esta dura cerca de 7 años.
No voy a negar que al principio me asusto la idea de estudiar 7 años,  claro que también tenía un pensamiento inmaduro; creo que todavía lo tengo pero ya con menos inmadurez; y estaba en el típico “No sé” en el momento que me preguntaban si me gustaba esta carrera.
Pero indagando en diferentes blogs sobre medicina, descubrí que medicina es más que eso; la carrera de Medicina es mucho más que estudiar de siete a diez años, más que quedarte horas de horas frente a un libro, repasando lo mismo varias veces, es mucho más que aprenderte toda la tabla periódica para poder aprobar el ciclo. La carrera de Medicina es aquella profesión que no solo te permite determinar si una persona tiene alguna enfermedad o padece de algún mal o recomendarle alguna medicamento, ya sea pastillas o jarabes, para poder controlar el mal que está en el organismo de una determinada persona; Medicina es el ayudar y servir a los demás con tus diferentes conocimientos, y abarca todo lo que relaciona a las materias de física, química y biología; es sentir esa calma, satisfacción de haber colaborado en el bien de una persona; todo esto para mi es Medicina.
Y fue así, como me decidí en estudiar medicina; y al primer momento en el que hice publico esta decisión, creo que no todos me veían con la capacidad de poder estudiar, o bueno, era eso lo que yo sentía; ya que me preguntaban a cada rato si en verdad me sentía segura con esta carrera, en muchas personas encontré cierta inseguridad en mi decisión, pero total, es MI decisión es mi futuro, es mi gusto, y si por “x” motivos no puedo, seguiré e intentare hasta poder lograr esto que estoy que me propongo desde el día de hoy.

Y aunque antes no le encontraba un porque, simplemente sabía que sí quería estudiar esta carrera, algo en ella, me llamo muchísimo la atención desde el primer instante en la que supe de ella, desde aquella vez que charle y me cuestione con mi abuelita; llegue a descubrir que  cuando hablaba de ella me sentía completa, y aun así cuando sabía que a lo que me aferraba me iba a costar varios años de sacrificio y obviamente, el pensar en estudiar siete años, me daba, aunque todavía me da,  un dolor de cabeza infernal, a pesar de eso, estoy cien por ciento dispuesta aferrarme a estudiar Medicina, porque es lo que tanto me gusta y sé que si no es Medicina, no es ninguna otra carrera.

Mi padre una vez me dijo “Se lo que tú quieras, pero disfruta y goza lo que haces”, recuerdo muy bien aquel día cuando hable con mi papá sobre mi decisión, y lo relacione con mi gusto con las danzas folklóricas, disfruto mucho cuando estoy en el escenario bailando o representando alguna baile de la sierra peruana; el simple hecho de saber sobre la historia de cualquier danza me llena de mucha alegría y disfruto hacer eso. Entonces me plantee esto, si cuando bailo, disfruto tanto, y sobre todo amo bailar las músicas de Perú, ¿Por qué no hacer de la medicina mi carrera? Si es lo que a mi tanto me gusta; entonces lo decidí, claro que la pensaba y la volvía a pensar, una y otra vez, hasta que ya no pude más y dije “ESTA ES MI CARRERA”
En la segunda convocatoria, es decir el anuncio de mi decisión, que fue este año, en mi casa con mis padres reunidos, les volví a retomar el tema de mi futuro sobre el estudiar Medicina; todavía sentía un poco de inseguridad por parte de varias personas a mi alrededor, muy cercanas a mí, pero mi decisión ya estaba tomada. Mis padres  me dieron todo su apoyo y hasta un día me sorprendieron con un  papeleo lleno de información de diferentes universidades; entre ellas estaban UPC, San Martin, Científica del Sur y la más especializada en mi carrera, Cayetano Heredia.
Tengo como un sueño e ilusión poder ingresar a la Cayetano Heredia, y poder ejercer ahí mis siete años de estudio, ya que desde  hace años que la Cayetano es una de las universidades más privilegiadas en la carrera de Medicina, y todas las rama relacionadas con la salud. Después tengo a la San Martin, como una buena opción para estudiar ahí mi carrera, ya que a lo largo de los años ha ido mejorando; y finalmente se encuentra la UPC, la cual por el tercio superior obtenido durante estos años en la secundaria, me permitirían un ingreso automático, solo con la condición de dar una entrevista y pagar una cierta cantidad de dinero.
Yo sé que la base que mi colegio me da, no es una base muy buena como para la universidad, y conversando con mis padres, llegamos a la conclusión que lo mejor que podíamos hacer era inscribirme en una academia; e investigando la pre Cayetano, es una pre muy buena para iniciar a moldear esa poca base que yo tenía del cole, así que mi papá me decidió inscribir.

Tengo que admitir que la pre no es nada fácil, pero no imposible; y eso es lo que yo quiero demostrar día a día, asistiendo los siete días de la semana, en las tardes. Prácticamente mi vida social, la vida que yo tenía, en la cual salía a mis fiestas, reus, actuaciones o simples salidas, ha desaparecido por completo. Sinceramente, no tengo tiempo para absolutamente nada, son muy pocas las veces que puedo sentarme con mi mama a poder conversar sobre mi día o del cómo me siento. Claro está, que mi respuesta es que estoy mal, ya que la pre me mata, día a día, mis ojeras están en aumento, mi gran cantidad de inasistencias al cole ha incrementado los lunes, pero igual yo trato de controlar esta situación, ya que ahora entiendo del famoso sacrificio que se hace en esta carrera.
En la pre, uno se puede relacionar con todo tipo de personas, están desde los más estudiosos y encima es su tercera o cuarta pre, los cuales no sacan sus ojos del libro; por otro lado, están, los que no tienen ni idea de donde están parados y cada vez que miran a la pizarra, tratan de recordar en que momento decidieron estudiar esta extensa carrera o porque decidieron pedir esta inversión en la pre, que cada padre de familia hace por su hijo.

Sin embargo, también te vas cruzaras con todo tipo de profesores, desde los que no dejen de gritarte por que estas de pie, o los que te gritan por el simple  hecho de respirar; pero también están los profesores que siempre que van a empezar su clase, la relación con cualquier anécdota de su vida, con cualquier momento que les haiga pasado vivir, siempre pero siempre, están con unas ganas increíbles para que el estudiante no se sienta tan  presionado con la gran carga que es el ser participante de la pre Cayetano.
No negare que sueño mucho con el poder ingresar a la Cayetano, ya que como antes lo había mencionado, es una universidad con el prestigio de una universidad caracterizada por concentrarse únicamente en la salud de las personas y el de su bienestar. Pero así como sueño eso, también de vez en cuando, me viene ese gran sentimiento de inseguridad, del típico “NO LA HAGO”; y es ahí donde recuerdo una gran frase de un gran amigo mío, muy cercano y querido por nuestro entorno social, el que me dijo “No es mejor, quien llega primero, sino el que llega” me dio a conocer que aunque no logre estar dentro de los 60 primeros de la pre, entre la sede La Molina y Miraflores, incluyendo turno mañana y turno tarde, con el simple hecho de salir de la pre o llegar a la meta con los conocimientos básicos de una pre, yo ya estoy dentro de una universidad.
Aparte, desde que empecé a escribir este ensayo, no dejo de pensar que el Señor me hizo enfocarme en esta carrera, con un propósito, que es el demostrarme a mí misma, lo capaz que puedo llegar hacer, así lo logre o no; ya desde ahora me voy dando cuenta lo capaz y valiente que puede llegar a ser una chica de 5to de Secundaria que asiste los siete días de la semana a la pre.
En conclusión, creo que ya es el  momento adecuado para poder responder a mi pregunta de título. YO EN VERDAD SI QUIERO ESTUDIAR ESTO. Medicina es mi pasión, mi vida, mi centro de todo; siento que si no es esto, no es otra cosa, y claro que, aunque tengo otras alternativas de universidades, mi carrera ya está más que determinada.
El poder servir y ayudar siempre ha sido para mí un gusto y privilegio, y ponerme a pensar cada noche en mi futuro, con mi traje blanco, entrando a salas de operaciones o viendo a un niño que ha llegado con anemia, o intoxicación digestiva, o etcétera cosas. Con el simple hecho de poder ayudarlos, ya llena en mí, eso que la medicina está llenando desde ahora, esa sensación que me da cuando me preguntan ¿Por qué medicina? Por el simple hecho que esta carrera logra acumular todos mis sentimientos y los llena en paz, en pasión, entusiasmo, en felicidad, logra mi paz y tranquilidad. Esta es la razón principal por la cual yo SI quiero estudiar Medicina, porque me gusta, me encanta y me apasiona.

Soy consciente del largo camino que tengo que recorrer para poder lograr mi objetivo, que es el ingresar a una buena universidad y el poder graduarme en la escuela de médicos del Perú, como una de las doctoras más capaces y profesionales en la carrera de Medicina y con una especialización en la rama de obstetricia; ese es mi objetivo, y me prometo luchar hasta poder conseguir lo que tanto he anhelado desde pequeña. ESTE ES MI SUEÑO, MI FUTURO.

1 comentario:

  1. Me llama mucho la atención tu gran entusiasmo por querer estudiar esta carrera, ya que es muy fuerte y de mucho tiempo. Felicito tu dedicación

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